Presupuesto 23: expansivo y electoral (lo que sabe hacer el gobierno)
3 min readFernando González Urbaneja | No es sorpresa, los Presupuestos 2023 presentados dan todo lo que el gobierno tiene para ofrecer; consistente con lo presentado hasta ahora en la legislatura; Ni más ni menos). Presupuestos expansivos y electorales. Como siempre, y más, ya que el objetivo es ganar las elecciones ellos mismos. Y esto se hace con optimismo, con una generosa distribución de beneficios, sin preocuparse por el déficit y la deuda. No se menciona la consolidación de las cuentas públicas. Para los próximos tres años, un déficit de más del 4%, con o sin crecimiento. Optimismo con las rentas, al servicio de las cuales se ponen expectativas de crecimiento, y gasto pródigo apoyado en más deuda.
Por supuesto, estos no son los presupuestos necesarios para bajar la inflación, ni los buenos para recuperar la productividad y competitividad perdidas. Pero son objetivos de mediano y largo plazo que requieren andar de puntillas, y que no se adecuan al objetivo esencial de estas cuentas: el corto plazo y ganar las elecciones inmediatas.
Todos los líderes tienen como objetivo retener el poder; las reformas se hacen al comienzo del mandato, cuando es el momento de sentir su pertinencia y eficacia. Nunca al final del mandato, cuando lo urgente es mantener los votos y ganar el mayor número posible. Más aún en gobiernos de coalición que deben respaldar los votos con concesiones a cada socio.
Es un gobierno débil, en parte, lo que no quiere decir que no dure toda la legislatura. Ni la oposición tiene potestad para acabar con la legislatura, ni los socios de la coalición (gobierno y parlamentarios) no tienen otro interés que mantener el actual sistema; cualquier cambio sería para peor.
Estos no son los mejores presupuestos, pero tampoco es posible este óptimo, ni el primero ni el segundo subóptimo. Las estimaciones de crecimiento están muy por encima de las del Banco de España, pero son las estimaciones del Gobierno, que apuntalan el presupuesto expansivo y electoral de 2023, las que les convienen. Además, las estimaciones están sobreestimadas en estos tiempos, son muy provisionales y sujetas a incertidumbres, por lo que el gobierno hace sus propias estimaciones y si luego hay que cambiarlas, se cambian. A su favor están los datos reales de 2022, mejores que los estimados en las últimas previsiones de los analistas habituales. También datos reales de recaudación, por encima de lo previsto.
Es obvio que las previsiones sobre el futuro inmediato no son favorables, el sentimiento de los agentes económicos (todos ellos) es negativo, temeroso. Advierten de una caída de la inversión, del consumo, de la producción… pero eso está por ver, no faltarán las excusas y los imprevistos. Sin perder de vista el poder del olvido.
El presupuesto de 2023 se aprobará próximamente y entrará en vigor el 1 de enero. Las pensiones tendrán su aumento y los funcionarios, un poco menos, pero todavía un aumento. Las promesas de inversión están vivas y bien y los cheques se entregan a toda velocidad. Estos son los presupuestos de este gobierno y sus socios, los que podemos permitir que se ajusten a sus objetivos.
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