Un investigador rastreó huesos de ballena … en los Pirineos
3 min read- Alexandre Lefebvre, investigador del laboratorio de Toulouse Traces, acaba de publicar un artículo sobre la explotación de los recursos marítimos por los hombres prehistóricos.
- Especializado en el estudio de objetos fabricados a partir de materiales óseos, este científico se interesó por las primeras economías costeras, rastreando huesos de ballena.
- Demostró las primeras relaciones entre humanos y cetáceos durante la prehistoria, hace unos 18.000 años, utilizando herramientas de ballena encontradas en los Pirineos.
No imaginamos a los hombres del Prehistoria navegando en el mar. Considerado como
cazadores-recolectores, pero también explotaron los recursos marítimos, como los cadáveres de ballenas, varados, no pescados. Esto es lo que surge del estudio de Alexandre Lefebvre, investigador en arqueología prehistórica asociada a la
Laboratorio Toulouse Traces.
Especializado en el estudio de objetos elaborados a partir de materiales óseos, este científico acaba de publicar un artículo sobre estos descubrimientos en la revista Reseñas de ciencias cuaternarias. Allí demuestra las primeras relaciones entre humanos y ballenas durante la prehistoria, hace unos 18.000 años, gracias a las herramientas de huesos de ballena encontradas, por asombrosas que sean, en los Pirineos.
Circulación de herramientas en la tierra
El objetivo de la investigadora era averiguar si el uso de huesos de ballena como materia prima es un fenómeno que se ha limitado al macizo pirenaico o si se ha extendido a todas las comunidades atlánticas.
“Seguimos la presencia de objetos hechos con huesos de ballena en Cantabria, en el norte de España, donde se han identificado 54 objetos en colecciones antiguas y recientes, en doce sitios”, explica Alexandre Lefebvre. Estos son los objetos más antiguos hechos con huesos de ballena, principalmente armas, encontrados en la Península Ibérica. Pensamos que los cazadores-recolectores prehistóricos explotaban principalmente los recursos terrestres, pero nos damos cuenta de la importancia de los recursos marinos en la subsistencia de estas poblaciones ”.
Redes de comunicación estructuradas
Así, estos objetos circularon por los Pirineos, gracias a las redes de comunicación estructuradas en torno al Cantábrico. Estos descubrimientos reavivan la hipótesis de una anterioridad de las primeras economías costeras en esta parte de Europa al final de la última glaciación. “Se constató que estas armas de ballena circulaban tierra adentro, entre el norte de España y el suroeste de Francia, incluidas algunas en Haute-Garonne, Lespugue y Gourdan”, detalla Alexandre Lefebvre.
Al rastrear el rastro de estos objetos, los científicos deducen que circularon gracias a redes de comunicación estructuradas a ambos lados de los Pirineos. Tienen así la certeza de que existieron relaciones entre los diferentes grupos de cazadores-recolectores, sin saber si esta relación es social o solo económica. Otro misterio que permanece: ¿se han movido los hombres con estas herramientas de ballena durante varias generaciones o estos objetos se han intercambiado de un grupo a otro, en una forma prehistórica de trueque? “Aparte de las herramientas de hueso, encontramos conchas que sirvieron de adorno o restos de mamíferos marinos como focas, un conjunto de elementos que muestran una clara intensificación de estos recursos marítimos en su vida cotidiana”, subraya Alexandre Lefebvre.
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