noviembre 8, 2024

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Iberdrola: 50.000 millones en compras en 20 años

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Ignacio Galn, presidente de Iberdrola.
EXPANSIÓN

Ignacio Galn imprimió desde su llegada un ritmo frenético al grupo hasta convertirlo en uno de los tres gigantes eléctricos más grandes del mundo, y sigue caminando.

Ignacio Galn puede caer mejor o peor, pero tiene algo indiscutible: nunca deja indiferente a nadie. Sobre todo a los accionistas de Iberdrola y sus rivales, a los que ha regalado, respectivamente, días de gloria y martirio. En partes iguales.

En 2021 se cumplirán veinte años desde que Galn fue nombrado consejero delegado de Iberdrola. “No olvides nunca el día en que Iigo de Oriol e Ybarra, el ex presidente de Iberdrola, me pidieron que me incorporara a la empresa”, explica este mes en un artículo de la Harvard Business Review (HBR). Ocurrió en el bar-restaurante de un céntrico hotel de Madrid a las 7 de la tarde a la vista de todos.

Primero, Galn fue nombrado vicepresidente ejecutivo y consejero delegado de la compañía, en mayo de 2001. Y luego presidente ejecutivo, en abril de 2006. Han sido casi dos décadas en las que este ejecutivo nacido en Villavieja de Yeltes, Salamanca, en 1950, ha visto casi una decena de ministros con competencias en energía desfilan en España, cuatro presidentes del Gobierno y otros tantos altos directivos de empresas energéticas competidoras.

Galn es el gestor no propietario que lleva más tiempo al frente de una empresa del Ibex. Posiblemente ha generado toneladas de filias y fobias. Pero desde posiciones extremas y siempre al borde de lo imposible en cuanto a movimientos corporativos que otros ni siquiera se atreverían a imaginar, ha creado valor empresarial. Y eso es mensurable.

Más que todos los demás

Iberdrola es la mayor empresa energética española y uno de los tres gigantes eléctricos internacionales. Hace unos días tocó 72.000 millones de euros de capitalización bursátil. Hoy vale cinco veces más de lo que valía cuando Galon tomó las riendas de la empresa.

La pandemia de Covid, que ha hundido a otros grupos españoles en bolsa, ha catapultado a Iberdrola, hoy la segunda empresa del Ibex en España, solo por detrás de Inditex.

En veinte años, Iberdrola ha pasado de la segunda división energética en España, a superar a las de la primera división incluso con humillaciones. Hoy vale más que Endesa, Naturgy, Repsol, REE y Enags juntas.

También vale más que todos los bancos juntos (Santander, BBVA, Caixa, Bankia, Bankinter y Sabadell); y más que las empresas constructoras juntas (Ferrovial, ACS, Acciona, FCC y Sacyr). La pregunta es dónde está el secreto. Una de las primeras grandes decisiones de Galon fue apostar por las energías renovables, algo impensable hace veinte años para las empresas eléctricas adictas al carbón y la energía nuclear. “Los competidores pensaban que estaba loco: la energía eólica estaba en su infancia y la energía solar era prohibitivamente cara, por lo que nadie entendía por qué quería apuntar a la energía renovable”, explicó en HBR.

Visión empresarial

Luego vino la internacionalización hacia países como Reino Unido o Estados Unidos, inconcebible para algunos gestores energéticos españoles que normalmente no hablaban inglés y que solo consideraban Latinoamérica como el único espacio natural de expansión geográfica para España. Independientemente de si Galn fue duro o no al timón, sus aciertos o no estratégicos, o su visión empresarial fue común o no, lo cierto es que Iberdrola ha seguido un patrón infalible: comprar para crecer y eliminar grasa para seguir corriendo. Además, lo ha hecho con un regalo de oportunidad tan proverbial que parece fuera de este mundo y se ama a sí mismo a cada paso.

El anuncio hace unos días de la compra de PNM en Estados Unidos en una operación de poco más de 7.000 millones no solo marca un récord en este país, ya que se trata de la mayor compra de Iberdrola en ese mercado. También marca un récord financiero, pues se financiará con una emisión de bonos híbridos de 3.000 millones, histórico a nivel europeo.

PNM es otra etapa en el rápido viaje de adquisiciones del grupo. Con Galn al frente, la compañía ha realizado compras por un total de 50.000 millones de euros, la mayoría estratégicamente revolucionarias. Con la adquisición de Scottish Power (la mayor compra, en 2006, por 20.000 millones), Iberdrola dio su gran salto a Europa. La compra de Energy East, en EEUU, por 6.400 millones, permitió dar el salto a Norteamérica y engordar al grupo para evitar adquisiciones hostiles en un momento de amenazas. Con Elektro irrumpió en Brasil y con Infigen en Australia.

Desinversiones

Las ventas de activos no estratégicos también han sido febriles, en muchos casos atormentadas por una suerte de suerte mágica que solo tienen los ganadores o quienes la buscan. Las desinversiones suman más de 6.000 millones.

Galn rompió moldes cuando comenzó a vender activos que no tenían nada que ver con el negocio energético, como Portland Valderribas. Se eliminó así la arraigada tradición de los grandes holding españoles de diversificación hacia otros negocios.

Una de las mayores ventas fue el 8% de Gamesa a Siemens este año por 1.100 millones. Apenas unos días antes del estallido de la pandemia y Gamesa se estrelló en Bolsa. La venta generó ganancias de 400 millones que han servido de colchón para amortiguar el impacto de la pandemia en los resultados de todo este año. Lo mismo sucedió con la venta de contratos de suministro de gas el año pasado, que se materializó unas semanas antes de que el precio de los hidrocarburos se desplomara.

Algunos comparan Iberdrola y Galn en su conjunto. Como una bicicleta de alta competición con un gran ciclista. Juntos son capaces de ganar el Tour, el Giro y la Vuelta. Pero si se paran (o se separan), caen.

El nuevo plan estratégico: más dividendos e inversiones

Todos los ojos de los analistas e inversores internacionales están puestos este jueves 5 de noviembre. La compañía lanza su nuevo plan estratégico. Debería haberse presentado hace meses, pero debido a la pandemia se retrasó, lo que no ha impedido al grupo abordar nuevas operaciones, como la toma de control de Infigen en Australia y la compra de PNM en EE. UU. La nueva hoja de ruta debería especificar la nueva política de dividendos una vez que se haya alcanzado el objetivo de 2022 este año. El mercado espera otro salto, así como un fuerte aumento de las inversiones. También está a la espera de las nuevas líneas maestras de diversificación internacional, uno de los grandes éxitos del grupo. En 2000, prácticamente todo el negocio estaba en España o en la zona de la UE. Ahora es el 42%. El 28% es Estados Unidos; El 16% son Reino Unido y el 14% Brasil.

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