Es hora de acabar con los cuentos de hadas.
4 min readLa calle Ermou en el centro de Atenas se vio la semana pasada llena de compradores navideños. Las generosas subvenciones y asignaciones ayudan a mantener baja la inflación, argumenta el autor. [InTime News]
¿Qué le gustaría para el país en 2023? De las muchas cosas que se me ocurren, dos se destacan.
La primera sería que los políticos griegos recuperaran la capacidad de afrontar los problemas reales de forma abierta y honesta, y que estuvieran preparados para discutirlos con sinceridad, en lugar de utilizar estos temas como excusa y con el único objetivo de hacerse con el poder.
Un segundo sería que recordaran cómo es discutir temas, considerar lo que cada orador tiene que decir, en lugar de solo escuchar su propia voz, listos para atacar a cualquiera que tenga una opinión diferente. .
Nuestros políticos deberían aprender a discutir los temas con seriedad, sin mover los postes de la portería como mejor les parezca. Un ejemplo típico de esta actitud es el debate que se está produciendo estos días sobre la decisión de España de reducir o suprimir el impuesto sobre el valor añadido de los productos básicos de alimentación durante seis meses.
Si se reduce el IVA de los artículos de primera necesidad, afirma el Gobierno griego, las arcas del Estado perderán 3.500 millones de euros de ingresos en 2023, y eso es algo que no nos podemos permitir. Si este es realmente el caso, ¿cómo podemos permitirnos recortes de impuestos sobre los dividendos, la riqueza y las transferencias de propiedad de los padres a los hijos, pero no una reducción en los impuestos indirectos?
Nuestros políticos deberían aprender a discutir los temas con seriedad, sin mover los postes de la portería como mejor les parezca.
El gobierno griego también afirma que España no tiene una deuda tan alta como la nuestra. Es verdad. Pero, ¿cómo encaja esto con la distribución de más de 65.000 millones de euros de forma mayoritariamente clientelar en los últimos tres años y las “bonificaciones” repartidas con tanta generosidad a sectores que reúnen un gran número de votos?
Cualquier reducción en el IVA, también afirma el gobierno, desaparecerá efectivamente debido a los aumentos de precios. Pero, ¿no están estos aumentos de precios alimentados también por el apoyo a la renta, dado que no hay controles de precios de ningún tipo?
El debate público debe realizarse con honestidad y con voluntad de analizar los problemas antes de que se crucen las distintas políticas. Un ejemplo de lo que hay que evitar es mucho de lo que se dice sobre el crecimiento económico. En lugar de hacer un esfuerzo por resaltar y entender el problema, nos sirven un triunfalismo sin fundamento porque la inflación baja la relación deuda/PIB (porque infla artificialmente el PIB) o porque aumenta los ingresos fiscales sangrando los ingresos de las personas (ya que la misma tasa de IVA aranceles se calculan a precios inflados). Todo esto se presenta como “crecimiento económico”. Esta debe ser otra primicia mundial, ya que en ningún otro lugar del mundo se ha pensado en llamar “crecimiento” al impacto de la inflación.
La inflación no es crecimiento, como tampoco lo ha ocurrido en los últimos dos años. La economía se está recuperando de las pérdidas sufridas por la pandemia del Covid pero su crecimiento no muestra los elementos cualitativos que implican un crecimiento real. Por el contrario, junto con las pérdidas, también parece recuperar todas las debilidades estructurales que la caracterizaron.
Además, este crecimiento no se debe a una dinámica endógena de la economía sino a una ayuda estatal sin precedentes; es un crecimiento impulsado por el Estado, que ya se está debilitando. En lugar del crecimiento del 5,6 % este año, podría rondar el 4 %. Lo peor es que estas ayudas se otorgaron/se otorgan en gran medida según criterios clientelistas. Si cada comercio asistido tuviera que colocar una calcomanía en su entrada indicando el monto recibido y los motivos del mismo, el gobierno tendría un problema muy grande.
Si los políticos se ven obligados a comenzar a hablar honestamente, escuchar y ponerse a trabajar, es posible que tengamos la oportunidad de evitar que se repita nuestro sufrimiento pasado.
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