ENCE Energa y Celulosa SA: Magnon Green Energy produjo suficiente energía renovable en 2022 para cubrir las necesidades eléctricas de más de un millón de personas en España

Magnon Green Energy, empresa líder en España en la producción de energía a partir de biomasa, produjo suficiente energía renovable en 2022 para cubrir las necesidades eléctricas de 1,1 millones de personas en nuestro país. Gracias a la actividad de las 8 centrales eléctricas que la compañía tiene en Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha, ha generado más de 1,4 millones de MWh de energía renovable y gestionable.

De hecho, es esta facilidad de gestión la que otorga a la energía producida a partir de biomasa un valor único frente a otras energías renovables. Esta tecnología no depende de factores meteorológicos, lo que le permite dar la estabilidad que necesita el mix eléctrico en su camino hacia la independencia energética. Así, la producción de energía con biomasa puede planificarse a corto, medio y largo plazo, por lo que es capaz de adaptarse en tiempo real a las necesidades del sistema eléctrico.

Magnon opera en 5 provincias diferentes: Huelva, Jaén, Córdoba, Ciudad Real y Badajoz, en zonas donde, gracias a su actividad, se ha convertido en un actor importante en la lucha contra la “España Vacía”. Las fábricas de Magnon generan 6.650 empleos directos e indirectos -según datos de la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA)-, particularmente en los sectores industrial y agroforestal. Así, al mismo tiempo que genera energía que contribuye a la descarbonización del sistema eléctrico, contribuye a la vertebración del territorio y a la fijación de la población en el medio rural: dos temas imprescindibles en la agenda de nuestro país en el horizonte 2023 por venir .

La generación de energía con biomasa es, en sí misma, un paradigma de la economía circular: recupera y valoriza los residuos agroforestales y les otorga una nueva función: descarbonizar la sociedad. Además, este aprovechamiento de la biomasa consigue evitar su mal manejo en los campos, que puede derivar en quemas descontroladas por abandono en espacios naturales.

La otra ventaja de esta tecnología es el papel que juega en la prevención de plagas y, sobre todo, en la reducción del riesgo de incendios en la montaña hasta en un 70%. En efecto, el aprovechamiento sostenible de los restos vegetales, que son retirados y gestionados, evita la acumulación de materiales combustibles en zonas de riesgo.