El PIB se desaceleró en verano y moderó su crecimiento al 0,3% en el tercer trimestre – Radio Centro
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La economía española muestra signos de desaceleración en el tercer trimestre, según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). El producto interior bruto (PIB) creció un 0,3% entre julio y septiembre en comparación con el trimestre anterior, lo que supone un descenso de dos décimas con respecto al trimestre anterior. En términos anuales, el crecimiento del PIB se sitúa en un 1,8%, también dos décimas menos que en el trimestre anterior.
A pesar de este descenso, el Gobierno prevé un crecimiento del 2,4% para el conjunto de 2023, después de un crecimiento del 5,8% en 2022. Según los expertos, el consumo de los hogares fue el motor principal del crecimiento, impulsado por las ganancias de poder adquisitivo y la evolución del empleo. Sin embargo, la inversión retrocedió un 0,8% en el tercer trimestre, lo que podría ser una señal de precaución para el futuro.
En cuanto al turismo, este sector contribuyó positivamente a la actividad económica gracias a una buena temporada en julio y agosto. Sin embargo, las exportaciones y las importaciones cayeron en el tercer trimestre, lo que indica una cierta debilidad en el comercio exterior. A nivel sectorial, se observa que la industria manufacturera y los servicios fueron los que más contribuyeron al crecimiento, mientras que la agricultura y la construcción retrocedieron.
Por otro lado, el crecimiento del empleo se aceleró, con un aumento del 2,4% en comparación con el trimestre anterior. A pesar de ello, en términos de horas trabajadas, hubo solo un ligero crecimiento del 0,1% en el tercer trimestre. El Gobierno considera que el crecimiento del 0,3% es destacable en un contexto de incertidumbre internacional y subida de los tipos de interés. Además, este dato confirma el crecimiento diferencial de la economía española en comparación con otros países de la zona euro.
En resumen, la economía española muestra signos de desaceleración en el tercer trimestre, con un crecimiento del PIB del 0,3%, dos décimas menos que en el trimestre anterior. A pesar de ello, el Gobierno prevé un crecimiento para el conjunto de 2023 y destaca el consumo de los hogares como motor principal del crecimiento. Sin embargo, se observa una debilidad en las exportaciones y las importaciones, y el sector de la inversión muestra ciertos síntomas de precaución. Por otro lado, el empleo se aceleró, aunque las horas trabajadas apenas crecieron. En definitiva, la economía española demuestra resistencia en un contexto de incertidumbre internacional.
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