Economía circular: Naturgy inyecta gas de vertedero en la red de distribución española
2 min readNaturgy se convirtió esta semana en la primera empresa en inyectar gas de vertedero renovable en la red de distribución de gas española. La planta de gas renovable, ubicada en el Parc de l’Alba de Cerdanyola del Vallés (Barcelona) junto al vertedero de Elena, supuso una inversión de 2,2 millones de euros.
La planta producirá 12 GWh / año de biometano, equivalente al consumo anual de 3.200 hogares. Además, evitará la emisión a la atmósfera de 2.400 toneladas de CO2 / año, el equivalente a plantar unos 5.000 árboles.
Parte del gas que se inyectará en la red se utilizará para abastecer de combustible a los vehículos de las estaciones de Naturgy, ya que es una alternativa plenamente viable para la movilidad sostenible.
El objetivo del grupo es que en 2050 todo el gas que circula en sus redes sea de origen renovable. La compañía está digitalizando toda su infraestructura de distribución con miras a la entrada masiva de gases renovables. Ha presentado proyectos de biometano e hidrógeno por valor de 4.000 millones de euros a las distintas Expresiones de Interés para impulsar proyectos de tractores en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
Naturgy confía en el desarrollo de gas renovable a escala comercial y ha ganado experiencia con proyectos lanzados en los últimos años como Methamorphosis, en Vilasana (Lleida), que recibe financiación de la Unión Europea. O el ubicado en la depuradora de Bens en La Coruña, cofinanciado por la Xunta con fondos FEDER para producir biometano a partir de aguas residuales con fines de movilidad.
Este tipo de proyecto apoya la producción de energía local cerca de las principales áreas potenciales para la producción de biometano (vertederos, granjas de purines y plantas de tratamiento).
Según el informe “Gases renovables. Un vector energético emergente ”, publicado por la Fundación Naturgy, el potencial máximo de producción de gas renovable en España podría equivaler al 65% de la demanda total actual de gas natural, si se diera un impulso decisivo a su desarrollo. Los autores del estudio argumentan que, si España desarrolla todo su potencial productivo, podría reducir en torno a 35 millones de toneladas de CO2, o más del 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero previstas para 2030. Este valor equivale al CO2 emitido por toda su flota de coches en un año o el CO2 absorbido por toda la superficie forestal de España en 2017.
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