Destruyen una antena Starlink para ver cómo se conecta a Internet satelital de Elon Musk
2 min readEl desmontaje del costoso dispositivo reveló que es básicamente una computadora con su propio procesador y RAM.
Se sabe que Starlink, el nuevo servicio de Internet de Elon Musk basado en una constelación de satélites en órbita, puede proporcionar conexiones de alta velocidad en casi cualquier lugar del mundo. Sin embargo, gran parte de la tecnología que lo hace posible aún se desconoce, por lo que un ‘youtuber’ se propuso averiguarlo apertura una de estas antenas.
De momento el servicio se encuentra todavía en versión de prueba y solo unas pocas personas han podido acceder a él, y su costo es elevado. El blogger Kenneth Keiter fue uno de los pocos que pudo hacerse con un paquete Starlink, pero aún así decidió sacrificar su antena y desarmarla para descubrir la tecnología detrás de ella.
Una de las peculiaridades que notaste en la antena es que no diseñado para ser desmontado así que literalmente tuvo que destruirlo. En la parte final del video, que tiene más de una hora de duración, se puede ver una red de malla hexagonal escondida bajo una capa de fibra de vidrio, cuya función sería capturar las señales.
Es una computadora
El desmontaje ha revelado varios puntos interesantes, como el hecho de que la antena Starlink es básicamente una computadora que incluye su propio procesador ARM y una memoria RAM, que ejecuta ‘software’ desarrollado por SpaceX. Por tanto, todo el sistema puede controlado a través de la aplicación móvil.
Entre otros componentes, también hay un receptor GPS que permite medir la ubicación exacta del dispositivo. Además, los componentes eléctricos parecen haber sido diseñados específicamente para SpaceX, sin haber utilizado análogos de terceros. Keiter concluye que parece que la empresa de Musk ha invertido mucho en este proyecto.
los Servicio Starlink tiene un costo mensual de 99 dolares mas un $ 499 adicionales por kit de instalación antena para captar la señal. El proyecto cuenta actualmente con unos 900 satélites en órbita, que en los próximos años podrían llegar a 42.000 con la intención de dar Internet a todo el planeta.
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