Un real decreto mueve a España hacia una economía circular
6 min readEntre las nuevas disposiciones se incluyen medidas para fomentar la venta de alimentos a granel y el uso de envases reutilizables
Desde la revolución industrial, el crecimiento económico se ha basado en la explotación de los recursos naturales que, tras ser transformados en la cadena productiva y consumidos, se convierten en residuos que van a parar mayoritariamente a los vertederos.
Sin embargo, este modelo de crecimiento lineal, que ha sido el modelo predominante de desarrollo económico, ha demostrado ser insostenible. Desde hace un tiempo, la Unión Europea ha ido adoptando diversas directivas para impulsar la implantación de un modelo de desarrollo y crecimiento que optimice el uso de los recursos, materiales y productos disponibles, manteniendo su valor en la economía el mayor tiempo posible y minimizando la producción. de desperdicio. .
Nueva legislación de envases
Como parte de este paso hacia una economía circular y sostenible, el gobierno español ha adoptado el Real Decreto 1055/2022 sobre envases y residuos de envases, que supone una revisión completa de la legislación española en esta materia, en vigor desde hace más de 20 años. . y alineado con los objetivos de la Unión Europea.
El reglamento desarrolla la Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular, e incorpora al ordenamiento jurídico español la Directiva (UE) 2018/852 sobre envases y residuos de envases, así como las medidas sobre responsabilidad ampliada del productor contenidos en la Directiva (UE) 2019/904/UE relativa a la reducción del impacto de determinados productos de plástico en el medio ambiente.
El texto establece el régimen jurídico aplicable a los envases y residuos de envases con el fin de prevenir y reducir su impacto en el medio ambiente. Esta normativa forma parte del paquete normativo del plan de recuperación, transformación y resiliencia que permitirá a España avanzar en la implantación de la economía circular y alcanzar los nuevos objetivos de reciclaje de envases impuestos por la Europa para los años 2025 y 2030. Las disposiciones contenidas en este real decreto entraron en vigor el 29 de diciembre de 2022, salvo las relativas a las obligaciones de marcado de envases, que posponen su aplicación al 1 de enero de 2025.
Campo de aplicación
Le règlement s’applique à tous les emballages et déchets d’emballages mis sur le marché sur le territoire espagnol, indépendamment de leur utilisation ou de leur origine dans l’industrie, le commerce, les bureaux, les établissements commerciaux, les services, les ménages ou d’autres lieux, et sans préjudice des dispositions particulières applicables, telles que comme ceux liés à la sécurité, à la protection de la santé et à l’hygiène des produits emballés, des médicaments, des exigences de transport et des déchets dangereux , Entre otros.
Prevención y reutilización de residuos
Una de las principales novedades que incluye el texto final del Real Decreto es el establecimiento de un amplio abanico de medidas y objetivos encaminados a la prevención de residuos. Entre los objetivos marcados en el reglamento, cabe destacar la reducción del peso de los residuos generados y del número de botellas de plástico de un solo uso comercializadas, así como el intento de acabar con la venta de envases de plástico de botellas de un solo uso. En este sentido, también se introduce como objetivo garantizar que todos los envases que se comercialicen en 2030 sean reciclables y, si es posible, reutilizables.
Además, se están considerando una serie de medidas para fomentar las ventas a granel y el uso de envases reutilizables por parte de los minoristas.
Reciclaje de residuos de envases
El real decreto no solo fomenta el reciclaje, sino que también fomenta la incorporación de materiales procedentes de residuos de envases a nuevos envases y otros productos. En este sentido, establece una serie de porcentajes recomendados de contenido de plástico reciclado en los envases que los productores deben esforzarse por alcanzar en 2025 y 2030. No obstante, es importante señalar que en el caso de las botellas de plástico de un solo uso, estos porcentajes serán ser obligatorio.
Responsabilidad extendida del productor
La piedra angular de la regulación se encuentra en el capítulo dedicado al esquema de responsabilidad extendida del productor (EPR). Una de las novedades más significativas que incluye es la extensión de este régimen a los productores de envases comerciales e industriales, que anteriormente estaban exentos de cumplir con estas obligaciones.
Esto significa que los envases comerciales e industriales están sujetos a las mismas obligaciones EPR que los envases domésticos y, por lo tanto, las empresas de diferentes sectores que antes no estaban sujetos a este régimen, incluidas las plataformas de comercio electrónico, ahora deben cumplir con las obligaciones de organización, financiación y gestión de residuos previstas. para en los reglamentos.
El texto regula con detalle muchas de las responsabilidades de estos productores de envases, incluida la obligación de muchos de ellos -en función del volumen de envases que comercialicen- de desarrollar planes de prevención y ecodiseño. Esta obligación puede ser cumplida individualmente, por sistemas individuales sujetos a notificación previa, o por sistemas colectivos sujetos a autorización.
Para los sistemas colectivos, el Real Decreto establece una aportación económica, que deberá modularse en función del tipo de envase, teniendo en cuenta criterios de economía circular, como la naturaleza y cantidad del material utilizado para su fabricación, su durabilidad o su capacidad para ser reparados, reutilizados o reciclados, entre otros. A estas aportaciones económicas se les puede aplicar una bonificación cuando el producto cumpla criterios de eficiencia, o una penalización en caso de incumplimiento de dichos criterios.
marcado de embalaje
El reglamento también establece una serie de condiciones de marcado de los envases que se aplicarán a partir del 1 de enero de 2025. Los envases deberán indicar, en su caso, su condición de reutilizable o los envases en los que deberá colocarse cuando se desechen. No obstante, aunque el embalaje sea reutilizable, está prohibido el uso de términos como “respetuoso con el medio ambiente” o cualquier otro equivalente, ya que ello podría favorecer su abandono en el medio ambiente.
Además, se prevé que los envases puedan estar marcados con una indicación del porcentaje de material disponible para reciclaje de calidad, para ayudar a los consumidores a tomar decisiones informadas. Sin embargo, para garantizar la confiabilidad de esta información, debe provenir de una evaluación auditada y certificada que debe revisarse al menos cada cinco años.
Por otro lado, el texto establece requisitos de información específicos que se aplican tanto a las Comunidades Autónomas como a las personas físicas y jurídicas autorizadas para la recogida y tratamiento profesional de residuos de envases. La información requerida se divide en dos categorías: para las autoridades públicas y para los consumidores, usuarios, el público en general y las organizaciones no gubernamentales. Se debe educar a los consumidores sobre cómo evitar la generación de residuos de envases y eliminarlos adecuadamente de acuerdo con su modelo local de gestión de residuos. Al proporcionar esta información, los consumidores pueden desempeñar un papel activo en la reducción del impacto ambiental de los residuos de envases.
Los comerciantes y distribuidores tendrán un año a partir de la entrada en vigor del reglamento -es decir, a partir del 28 de diciembre de 2023- para cumplir con las obligaciones previstas en el capítulo dedicado a EPR.
Comentario de Osborne Clarke
Dada la gran cantidad de empresas que comercializan envases y la amplitud del concepto de envase, es evidente que lo dispuesto en esta normativa no pasará desapercibido y tendrá un impacto significativo en todos los agentes afectados por el real decreto, aunque probablemente tendrá que ser revisado tras la adopción de un reglamento europeo sobre el tema.
En cualquier caso, podemos concluir que esta actualización legislativa es un importante paso adelante para España hacia un modelo más sostenible y responsable en el uso de los recursos y la gestión de residuos, acercándonos a un modelo circular que, en definitiva, es el futuro de la economía.
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