España rechaza las críticas por el lento gasto de los fondos de recuperación de la UE
5 min readEspaña ha desestimado las preocupaciones empresariales sobre su manejo de miles de millones de euros en fondos de recuperación de la UE, insistiendo en que ha alcanzado la “velocidad de crucero” en la elaboración de planes de inversión y que se adherirá a estrictos estándares de auditoría para asegurar su próximo lote de efectivo.
El país fue el primero en recibir un pago de los fondos de recuperación de la pandemia de la UE el año pasado y recibirá un total de 140.000 millones de euros, lo que lo convierte en el segundo mayor beneficiario del bloque después de Italia. Pero la experiencia de España ha sido difícil, lo que pone de relieve la enorme tarea a la que se enfrentan los países para gestionar el programa de 800.000 millones de euros, cuyo objetivo es deshacer el daño infligido por la COVID-19 y hacer que las economías sean más ecológicas.
En las últimas semanas, el gobierno socialista de España se ha enfrentado a socios comerciales descontentos, incluido Volkswagen, un aliado en proyectos de vehículos eléctricos, y preguntas sobre el ritmo y la transparencia de la distribución de fondos.
Pero Nadia Calviño, viceprimera ministra y ministra de Economía de España, insistió en que sus planes iban por buen camino y desestimó las quejas de que los fondos se estaban distribuyendo con demasiada lentitud.
“Hemos alcanzado nuestra velocidad de crucero. Hay convocatorias y licitaciones de proyectos abiertas por el sector público a razón de unos 2.000 millones de euros al mes”, dijo en una entrevista. “Con el plan de recuperación, el objetivo no es ser muy rápido, sino tener un ritmo constante que mantenga fuertes inversiones en los próximos años”.
Los llamados fondos Next Generation EU, que incluyen alrededor de 70.000 millones de euros en subvenciones a fondo perdido y 70.000 millones de euros en préstamos para España, están destinados a proyectos que van desde paneles solares residenciales hasta tiendas online para pequeñas empresas.
La Comisión Europea dijo: “La implementación del plan español está actualmente en línea con el cronograma acordado, establecido en el [decision] aprobar el plan.
Pero algunos ejecutivos de empresas acusan a España de confundir el panorama con sus números, argumentando que el ritmo al que abre las licitaciones para licitaciones de proyectos -la métrica destacada por el ministro- no es el mejor indicador de desempeño o impacto económico.
El Círculo de Empresarios, uno de los grupos de presión empresarial más grandes de España, destaca en cambio los pagos reales a los gobiernos regionales y locales y las empresas que gastarán los fondos en proyectos aprobados.
Esta métrica muestra que solo el 22,3% de los 28.400 millones de euros en subvenciones de la UE que España tenía previsto utilizar este año se habían desembolsado a finales de septiembre, según datos de la Contraloría General de la Administración Pública.
“El sentimiento general en el sector privado es que estamos viendo una mala gestión”, dijo Manuel Pérez-Sala Gozalo, presidente del Círculo de Empresarios y socio director de la firma de capital de riesgo Grupo Perseo. “Todo está retrasado, hay mucha burocracia, hay poca claridad”.
El mes pasado, la funcionaria del Ministerio de Hacienda a cargo del programa de fondos de recuperación, Rocío Frutos, dejó su cargo por “motivos personales”.
Señalando un cuello de botella, un funcionario de otro ministerio que administra parte del dinero dijo: “Simplemente no tenemos suficientes personas con experiencia en el manejo del dinero.
Rodrigo Ogea, codirector en España del bufete de abogados Baker McKenzie, dijo que Madrid debería haber subcontratado el manejo de las solicitudes de fondos al sector privado. “El gobierno central tiene que desplegar una gran cantidad de dinero en un corto período de tiempo y no tiene la capacidad operativa para hacerlo”, dijo.
El gobierno también se ha visto sacudido por la incertidumbre en torno a uno de sus proyectos emblemáticos: una iniciativa liderada por Seat, propiedad de Volkswagen, para construir una nueva planta de baterías para automóviles en Valencia y actualizar dos plantas existentes para fabricar baterías para vehículos eléctricos.
La semana pasada Wayne Griffiths, consejero delegado de Seat, dijo que el dinero público que se ofrecía “no era suficiente”, incluso después de que el Gobierno aumentara la suma hasta los 397 millones de euros en subvenciones y préstamos. Dijo que la compañía estaba “buscando soluciones” para garantizar que el proyecto continuara.
Calviño se negó a comentar sobre la empresa, pero dijo que “confirmaría firmemente el compromiso del gobierno español de acompañar y apoyar las inversiones necesarias” en la tecnología.
España ya ha recibido 31.000 millones de euros en subvenciones del fondo de estímulo que le debe Bruselas. Los países obtienen el dinero completando una serie de reformas estructurales, como las nuevas leyes laborales españolas aprobadas a principios de este año.
Calviño dijo que estaba “ultimando los detalles” de la solicitud de España para el próximo tramo de 6.000 millones de euros.
Se cumplió una condición: la necesidad de que España completara la implantación de un nuevo sistema de auditoría para el control de objetivos y pagos.
Monika Hohlmeier, presidenta conservadora de la Comisión de Control Presupuestario del Parlamento Europeo, criticó la opacidad de España y la Comisión Europea. “Lo que estamos preguntando es ¿a dónde fue el dinero? ¿En qué medidas ha gastado España el dinero? ella solicitó una audiencia el mes pasado.
Calviño dijo que España estaba comprometida en un “trabajo muy intenso” con la comisión para garantizar que tuviera controles financieros de los más altos estándares.
“La comisión es extremadamente exigente, como debe ser. No importa con qué país hables, te dirán lo mismo. No es específico de España.
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