Una mirada al interior de una estación de investigación para proteger los ecosistemas de las tierras bajas amazónicas

El año pasado, mientras viajaba por América Central y del Sur, me invitaron a visitar la Estación de Biodiversidad Tibutini, un centro de investigación del departamento de ciencias incrustado en la Amazonía ecuatoriana. La estación está estratégicamente ubicada dentro de la Reserva de la Biosfera Yasuní, conocida como una de las regiones biológicamente más diversas de la Tierra. Durante mi estadía de cuatro días, documenté la instalación y su equipo dedicado haciendo un trabajo importante en la educación y conservación de la selva amazónica de las tierras bajas.

Me atrajo la idea de explorar el lado más íntimo de la estación y, a medida que profundizaba en mi trabajo, pude aprender más sobre cada miembro del personal y las valiosas contribuciones que hacen. Como estoy acostumbrado a trabajar en exteriores, la oportunidad de crear retratos en un contexto ecológicamente rico fue realmente una experiencia incomparable. Esto nos permitió capturar no solo a las personas individuales, sino también el entorno único en el que trabajan y la relación armoniosa que comparten con ellos.

La estación fue construida en 1994 y su ubicación fue elegida cuidadosamente para estar lejos de las concesiones petroleras. Sin embargo, a lo largo de los años, las empresas petroleras y mineras han avanzado más en la Amazonía, amenazando no solo las operaciones de la estación, sino también los hogares de innumerables pueblos indígenas.

Como la estación está ubicada en un terreno propiedad de la tribu indígena Quichua, se les ha otorgado la responsabilidad de las instalaciones del área por un período de tiempo limitado. La renovación de este contrato depende de la capacidad de la estación para fomentar relaciones comunitarias positivas a través de varias iniciativas para comprometerse con las tribus locales. La estación sirve como plataforma para las voces de la Amazonía, promoviendo el conocimiento tradicional de generación en generación, al mismo tiempo que enfatiza la importancia crítica de proteger el frágil ecosistema amazónico.

Me di cuenta de que crear una narrativa visual honesta de este mundo requiere un viaje que lleva tiempo, una comprensión de las selvas tropicales, las culturas indígenas y los complejos problemas políticos que los afectan. A medida que sigo desarrollando este proyecto, espero inspirar a otros a contribuir a su manera para proteger estas tierras en los años venideros.