Reseña de “El Planeta”: una comedia española enraizada en la tragedia
3 min readThe Times se compromete a revisar los estrenos teatrales durante el Pandemia de COVID-19. Como ir al cine es riesgoso durante este tiempo, se recuerda a los lectores que sigan pautas de salud y seguridad tales como: descrito por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades y funcionarios de salud locales.
Un asunto fundamentalmente entre padres e hijos, el idiosincrásico “El Planeta” de la directora Amalia Ulman difunde el humo y los espejos de sus excéntricas antiheroínas a través de la tragicomedia. Ulman interpreta a Leo, un estilista desempleado que vive con su supersticiosa madre María (la propia madre del cineasta, Ale Ulman) en la localidad costera española de Gijón.
Vestida con abrigos de diseñador y acostumbrada a una vida de lujo, la situación de María, y a su vez la de su hija, degeneró en un calvario precario al borde de la expulsión. Pero sus ilusiones de grandeza, al robar de las estanterías o repeler enemigos imaginarios, podrían hacerle ganar un lugar entre las mujeres más locas de la obra de Pedro Almodóvar.
Sin embargo, una sorda desesperación subraya el frente humorístico de este primer largometraje. Mientras la pareja se tropieza para mantener las apariencias, los encuentros de Leo con una potencial pareja romántica o empleador revelan elementos de la verdad sobre él de una manera ingeniosamente relajada. El cineasta Nacho Vigalondo (“Colosal”) hizo una aparición en la extrañamente memorable apertura de la película en la que Leo ve el trabajo sexual como un escape de su inestabilidad financiera.
En tono complejo, aunque en lugares demasiado diseñados para amplificar la excentricidad, los riesgos crecientes resaltan la profundidad de la solidaridad de las mujeres en sus desgracias compartidas. En un giro animado, Ale Ulman manifiesta un encanto sin esfuerzo que, durante la mayor parte de la historia, funciona como si sus problemas fueran del pasado, enfatizando la elegancia. Aquí hay una película sobre dos supervivientes a la moda que los retratan como entrañables incluso en su autoengaño.
Representada en blanco y negro sin pretensiones, Ulman y el director de fotografía Carlos Rigoa infunden a la pieza a pequeña escala un maravilloso sentido del lugar. Los lugares y sus habitantes, que esperan con entusiasmo la llegada de Martin Scorsese para un gran evento, son una parte integral del tapiz visual. La música caprichosa y las transiciones descaradas complementan la personalidad cinematográfica loca de Ulman, lo que despierta nuestro interés en futuros proyectos.
Tomado de un restaurante frecuentado por el dúo madre-hija, el nombre “El Planeta” parece hablar de cerca al universo personal que se desmorona de los personajes. Leo y María —y, a juzgar por su relación con la pantalla, Amalia y Ale también— giran en una longitud de onda en la que su estilo de vida irracional y sus mecanismos de afrontamiento tienen sentido para su comprensión; solo somos lo suficientemente afortunados de ser invitados a visitar este planeta de dos personas por un corto tiempo.
‘El planeta’
En español e inglés con subtítulos en inglés
No clasificado
Duración de la operación: 1 hora 22 minutos
Jugando: A partir del 1 de octubre, Landmark Westwood