La inflación se estabiliza por sorpresa en España: el IPC repite en el 3,5% en octubre y rompe la racha de subidas – Radio Centro
2 min readEl Índice de Precios al Consumo (IPC) en España ha experimentado una moderación al situarse en un 3,5% interanual, lo que representa tres décimas menos de lo esperado. Esto marca el fin de tres meses consecutivos de incremento en los precios, provocado principalmente por el aumento en los precios de los carburantes y la electricidad.
Según el comunicado emitido por el Instituto Nacional de Estadística, el índice subyacente, que excluye los efectos de los precios de la energía y los alimentos no elaborados, se sitúa en un 5,2%. Esto demuestra cómo la electricidad y los carburantes influyen en el comportamiento de la inflación, con precios más altos y más bajos, respectivamente.
A nivel mensual, el IPC ha experimentado un avance del 0,3%, la mitad de lo esperado por el mercado. El Ministerio de Asuntos Económicos destaca el buen comportamiento de los alimentos y la caída en los precios de los carburantes como factores que han contribuido a mantener estable la inflación.
Estos datos posicionan a España como una de las principales economías de la zona euro con menor inflación y mayor crecimiento económico. Sin embargo, a pesar de los avances en la lucha contra la inflación, aún queda camino por recorrer para alcanzar la meta del 2%.
Durante los años 2021 y 2022, España ha experimentado un drástico aumento en la tasa de inflación, llegando a rozar el 11% en julio de 2022. Este incremento se ha atribuido al impacto de la pandemia, las políticas fiscales y monetarias ultra-expansivas, la guerra de Ucrania y la reapertura económica.
La pandemia y las restricciones impuestas han afectado tanto a la oferta como a la demanda, generando desequilibrios en la cadena de suministro y aumentando los costes de producción. Además, la guerra de Ucrania ha contribuido al aumento de los precios de la energía, lo cual ha tenido un impacto significativo en la inflación.
Con la reapertura económica, se ha observado un fuerte incremento en la demanda de bienes y servicios, lo que ha generado presión sobre los precios. En la actualidad, se ha estancado la desinflación y el Banco Central Europeo se enfrenta a la difícil tarea de combatir la última etapa de la inflación.
Lograr devolver el crecimiento de los precios al ritmo anual del 2% podría ser complicado debido a los cambios en las expectativas, la fortaleza del mercado laboral y la fragmentación geopolítica y comercial. A pesar de ello, se espera que las medidas implementadas por las autoridades contribuyan a estabilizar la inflación y a mantener el crecimiento económico en España.