Epifanía y teorías astrofísicas: ¿qué realidad, qué misterios entre ciencia y metafísica esconde el cosmos?
3 min readDigamos la verdad. ¿Quién, al menos una vez en su vida, no ha puesto los ojos en blanco, preguntándose dónde se originó el Universo?
No tanto en el sentido del origen de los cuerpos celestes individuales, porque hoy la ciencia lo conoce y lo explica muy bien. Ya se trate de planetas, estrellas, cuásares, agujeros negros o más, hemos llegado a comprender perfectamente, o casi perfectamente, el origen y la dinámica subyacente a los múltiples cuerpos celestes.
Pero aún no sabemos entender el origen de todo, de dónde viene la materia, de la que todo está compuesto y que se transforma en energía.
De ahí el significado del término epifanía en sentido amplio, aquello que aparece repentinamente, o en todo caso por un acto de creación, que parece divino, metafísico, y que excede las reglas normales de la ciencia y, en particular, de la física.
Epifanía y teorías astrofísicas: ¿qué realidad, qué misterios entre ciencia y metafísica esconde el cosmos?
En nuestra vida diaria no le prestamos atención, pero al reflexionar sobre ciertos aspectos de la realidad nos damos cuenta de que nada se puede dar por sentado, y que incluso la ciencia debe unirse necesariamente a la metafísica, para explicar nuestra propia realidad material.
Veamos por qué.
En el origen del universo
Hay dos teorías principales sobre el origen del Universo.
El más popular en la ciencia es el llamado Big Bang.
En un momento, en un solo punto, la materia y la energía se concentraron en cantidades increíbles. Toda la masa del Universo se unió en un punto.
Luego siguió, momentos después, una expansión del espacio a una velocidad mayor que la de la luz, una expansión que parece continuar hasta el día de hoy.
Describir en términos habituales lo que sucedió en esta circunstancia es inapropiado, pero lo que sucedió no parece haber sido tanto una explosión en el sentido ordinario del término, sino una creación real, ab initio, del espacio. -hora.
Antes, ni el espacio ni el tiempo parecen haber existido.
Por supuesto, al leer estas palabras, que intentan resumir el contenido de la teoría, uno se sorprende. ¿Cómo es posible?
Y de hecho, si profundizamos en los estudios, notamos que encontramos todas las ecuaciones, que describen lo que hubiera sucedido a partir del big bang.
Pero primero, ¿qué había? ¿Y de dónde viene toda esta materia y toda esta energía que dio lugar al Big Bang?
Aquí, la ciencia guarda silencio. Según algunos, en esta etapa, es imposible que la ciencia no admita un acto creativo real, que viola el principio del nihil ex nihilo.
Es decir, sólo postulando la existencia de un creador, entendido en sentido metafísico, se puede explicar el origen de lo que existía antes del big bang, entendiéndose que un antes y después antes del Big Bang no tiene sentido.
Por ahora, nos detenemos aquí en el tema de la Epifanía y las teorías astrofísicas.
En el próximo artículo veremos cómo algunos logran explicar el big bang a través de la teoría de los universos paralelos, qué alternativa se ha encontrado a la teoría del big bang y qué ejemplos concretos nos ha mostrado la historia de teorías contrarias a la físico más tradicional.
El cuidado de Gian Piero Turletti, autor de “caja Magica“MI”PLT“
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