La máscara definitiva ‘made in Spain’ para combatir el coronavirus
3 min readCOVID-19 No solo levanta una barrera contra el contagio, sino que neutraliza el virus.
Patentado por la fisioterapeuta Alireza Kazemi, que trabajó con el equipo de balonmano
LLa segunda ola de COVID-19 muestra que tendremos que convivir con la epidemia de coronavirus hasta obtener vacunas eficaces y se producen en cantidades masivas. Y eso llevará meses.
Mientras tanto, siguen surgiendo iniciativas para proteger a la población. La máscara, cuya utilidad fue inicialmente cuestionada por falta de hábito, es junto con el confinamiento la principal barrera contra el contagio. Pero algunas líneas de investigación y emprendimiento van un paso más allá.
En ello es Alizera Kazemi, Doctora en Actividad Física y Salud y reconocida fisioterapeuta -Era de la selección española de balonmano-, que ha inventado y patentado una máscara sofisticada cuyo aspecto recuerda a los frentes de los cascos de motocross, aunque no abulta más que la palma de la mano y pesa poco más de cien gramos.
Kazemi tuvo en cuenta para idear su prototipo la estructura del coronavirus, de forma circular con sus característicos picos, que son los que le permiten fijarse en las partes húmedas del cuerpo humano, y que es relativamente grande (1,6 – 1, 7 micras ) y pesado.
“Esta mascarilla no es solo un escudo contra el virus, sino un instrumento activo que lo ataca”, explica este profesional de la salud, nacido en Irán y residente en España desde hace 40 años. Tu modelo consta de una estructura de silicona hipoalergénica que se ajusta al rostro con anclajes de neopreno que distribuyen la presión, y un protector ocular.
La máscara contiene una serie de elementos que están poniendo trabas al virus y acaban con él. Desde el exterior hacia el interior consta de un Pantalla de PVC en forma de lamas para persianas; Otro filtro de algodón y carbón activado en el que se insertan diminutos LED UV desinfectantes; y una especie de casete que alberga sensores que evalúan la calidad del aire dentro de la máscara, un extractor de aliento, un humidificador y un pequeño depósito nebulizador de desinfectante para impregnar los filtros, que también pueden contener fármacos para inhalación, por ejemplo, por asmáticos. Todos estos dispositivos se puede controlar a través del teléfono móvil.
El virus, se neutraliza cualquier virus, ya sea que provenga del exterior o que salga por la boca del usuario de la máscara. Por tanto, protege a la persona que lo lleva del contagio y de terceros.
los La oficina española de patentes y marcas ha evaluado este invento como un producto novedoso y ha sido patentado internacionalmente. Aún tienes que pasar por la Agencia de Evaluación Sanitaria.
Por sus características, este marcado es muy adecuado para su uso en profesiones que requieren contacto interpersonal: trabajadores de la salud, docentes, trabajadores del servicio público o en actividades que se desarrollen en ambientes contaminados. Pero cualquiera podría usarlo incluso atletas durante su preparación. Su inventor estima que cuando se fabrica en grandes cantidades, su precio puede oscilar entre los 30 y los 50 euros, y tiene un uso ilimitado.
Grandes empresas como China Xiaomi o Phillips trabajan en sus propios proyectos de máscaras. En Japón, una start-up ha creado un modelo que permite hablar desde diez metros de distancia y traduce idiomas. En Singapur, desarrollan otro que registra la temperatura corporal, la frecuencia cardíaca, la presión arterial o el nivel de oxígeno en la sangre y envía estos datos al personal de salud a través de Bluetooth.
Esta Iniciativa española, qué ya ha tomado forma en una impresora 3D, slo carece del apoyo de una empresa con capacidad de producción industrial para unirse a la lucha contra el covid-19.
“Pionero de Internet. Aficionado a los viajes. Adicto a los medios sociales independientes. Evangelista musical galardonado”.