noviembre 17, 2024

Complete News World

Atentado de Carrero Blanco: 50 años del magnicidio – Radio Centro

2 min read

El 20 de diciembre de 1973, a las 9:30 de la mañana, el presidente del Gobierno español, Luis Carrero Blanco, viajaba en un coche que fue destruido por una explosión. El atentado fue llevado a cabo por el comando ‘Txikia’ de ETA, y además de Carrero, también perdieron la vida el conductor del vehículo y el escolta del presidente.

En un principio, se pensó que la explosión fue causada por una fuga de gas, pero poco después se descubrió que se trataba de un atentado planeado por ETA, que lo reivindicó pocas horas después.

El asesinato de Carrero Blanco fue un hecho crucial durante los últimos años de la dictadura franquista y ha generado teorías de conspiración sobre los instigadores del atentado. Sin embargo, no hay pruebas que apunten a otra autoría que no sea ETA.

Carrero Blanco, mano derecha de Franco, ocupó cargos importantes en la Marina y en el Gobierno. Fue nombrado presidente del Gobierno en julio de 1973 y era conocido por su lealtad inquebrantable hacia Franco.

El atentado contra Carrero Blanco representó un golpe importante para el régimen franquista, que ya se encontraba en decadencia debido a la salud deteriorada de Franco. Algunas teorías de conspiración sugieren la posible implicación de actores externos, como la CIA estadounidense, debido a la ubicación del atentado cerca de la embajada de Estados Unidos.

Aunque Carrero Blanco podría haber obstaculizado cambios democráticos, su muerte permitió que las opciones más abiertas tuvieran mayor influencia en el régimen. Además, el atentado puso en evidencia la ineficacia de los servicios secretos del régimen, que habían sido creados por Carrero Blanco para controlar la subversión.

READ  Radio Centro convoca una manifestación el lunes en Sol ante el grave retroceso en derechos LGTBI que propone Ayuso - Europa Press

El impacto del asesinato de Carrero Blanco en la transición democrática en España es motivo de debate, pero se cree que las cosas habrían seguido un curso similar sin su muerte.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *