“El proyecto“ Hércules ”es una respuesta pragmática a los desafíos de la transición energética”
2 min readTribuna. En las últimas semanas, lectores de toda la prensa francesa han descubierto el proyecto de reestructuración del grupo EDF, conocido como “Hércules”, que actualmente se está negociando entre el gobierno francés y la Comisión Europea.
Según este proyecto, las actividades de EDF se reestructurarán en tres polos, cada uno de los cuales se caracterizará por una fuerte coherencia interna:
– un polo industrial “azul” con accionistas sin cambios, reunir los principales activos de producción centralizada: a largo plazo, exclusivamente libres de carbono y principalmente nucleares, las plantas emisoras de CO2 cerrándose gradualmente – y la red de transporte;
Diversidad de medios de producción
– un polo “Azur” que aglutina todo el parque hidroeléctrico, evitando así su fragmentación y permitiendo seguir operando todas las estructuras de manera coherente;
– finalmente un polo “Verde”, centrado en los clientes, las regiones y su desarrollo, que aglutina las actividades comerciales y de servicios, las redes de distribución y el desarrollo y explotación de las energías renovables (ENR).
Esta comparación no es correcta, pero vale la pena señalar que muchas grandes empresas eléctricas europeas están estructuradas en líneas similares, aglutinando redes de distribución, actividades comerciales y energías renovables en un solo polo.
La reestructuración de EDF permitiría, por un lado, financiar su desarrollo en energías renovables y transición energética y, por otro, pagar más equitativamente los méritos de la flota nuclear francesa.
¿Por qué no elegir entre estos dos objetivos? Porque el grupo EDF cree que el mix de producción de electricidad que Francia necesita para alcanzar la neutralidad de carbono en 2050 requiere una diversidad de medios de producción.
Progreso incierto
Es posible que las tecnologías de captura y almacenamiento de carbono progresen tanto que en 2050 podamos seguir generando electricidad a partir de gas natural y carbón y recuperar todas las emisiones de CO.2 ; Del mismo modo, es posible que las tecnologías de almacenamiento de electricidad avancen tanto que en 2050 podamos operar un sistema de energía 100% renovable que sea robusto contra un “cisne negro”, es decir, una gran crisis de probabilidad de ocurrencia extremadamente baja pero con consecuencias devastadoras, como la que acaba de golpear a Texas.
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